¡Ring, ring!
-Hola, ¿te apetece pasar unos días recorriendo Campo de Gibraltar? El viaje incluiría conocer la Ruta de Paco de Lucía en Algeciras, disfrutar del mar en un paseo en barco desde La Línea de la Concepción a Sotogrande en San Roque, visitar castillos y fortalezas en Jimena y Castellar de la Frontera, ver pinturas rupestres en el parque de Los Alcornocales, probar la gastronomía típica de esta zona (atún rojo, setas, pescaíto frito) y un atardecer frente a la costa africana desde Tarifa.
-¡Sí, quiero!
-Entonces, te damos la bienvenida, Lu, al Campo de Gibraltar.
No fue exactamente así, pero me gusta imaginarlo de esta manera, suena mejor, más romántico… Así es como me enamoré del Campo de Gibraltar, tan cerca, toda la vida siendo andaluza, teniéndolo ahí al ladito y sin conocerlo…

El color azul del Campo de Gibraltar
Hace unas semanas tuve la suerte de participar en un blogtrip organizado por la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar y durante unos días recorrimos los siete municipios de la mano de los mejores anfitriones, sus lugareños (autóctonos y no autóctonos) que nos trataron mejor imposible. A ellos les dedico este post y les doy mil gracias por esos días tan divertidos y tan bonitos, en especial a Valle y Blanca, que fueron lo mejor del viaje. Y quiero aprovechar para decir, que como profesora de Turismo, me quito el sombrero con la coordinación e implicación de los responsables del Turismo en esta comarca. Es envidiable y un ejemplo a seguir por otros destinos andaluces. ¡Chapó!
Ahora sí, vamos con los rinconcitos tan especiales que descubrimos esos días en el Campo de Gibraltar y son los que hoy quiero compartiros.

Playa de Bolonia en Tarifa
Empecemos con un poco de cultura y tradiciones. ¿Cómo son los campogibraltareños? Ellos mismos dicen que se sienten, pues eso, muy campogibraltareños, que son muy comarcales. Unos a otros se llaman llanitos (a los de Gibraltar, con los que tienen muy buena relación), especiales (a los de Algeciras) y piojosos (a los de la Línea, pobres). Pero todo con mucho cariño.
¿Sabéis lo que es el llanito? Es muy curioso, es la forma de hablar de los habitantes de Gibraltar, una mezcla del inglés y del andaluz. Algunos ejemplos son:
- Te llamo pa atrás (te devuelvo la llamada, del inglés I call you back)
- ¿Tas comío los machis? (mashed es puré)
- Te tengo que hacer una apología (pedir disculpas, porque apology en inglés es disculpa)
- Dame un plasti (bolsa de plástico), etc.
A mí me parece divertidísimo. Pero que no lo hablan solo los de Gibraltar, al final se les pega a unos y otros y la gente de la zona lo usa o lo entiende al menos.
Una cosa que es muy del Campo de Gibraltar es eso de hablar del viento. ¿Qué hace hoy levante o poniente? Esto condiciona mucho sus vidas, por ejemplo, las mujeres deciden llevar un peinado u otro en función del viento, o cómo tender la ropa, o si se verá o no Marruecos ese día, y lo que más gracia me hizo, si el pan saldrá mejor o peor ese día, en lo que se refiere a “crujor”, poniente significa más crujiente, ¡no hay comparación! (dicen ellos), y los hojaldres con levante se quedan más blandos y chiclosos y hay a quien no le gustan. Y no hablemos de dolores de huesos y cabeza, el viento allí, lo condiciona todo.
Algeciras y la ruta de Paco de Lucías
De aquí destacaría la Ruta de Paco de Lucía para los que seáis unos amantes del flamenco como yo. Nosotros hicimos un trocito con Rutas del Sur, empresa creada por Manuel y sus dos hijos gemelos, que forman un trío musical «mu apañao» y con un poco de suerte, acompañan el paseo con palmas y guitarreo, ya que la ruta, de aproximadamente tres horas, incluye un taller flamenco, aparte de recorrer los lugares más emblemáticos de la historia y vida del guitarrista.
Una cosa que me gustó mucho es la flexibilidad que ofrecen para las rutas, a veces hay quien le contrata un poco de ruta con un desayuno en una venta con vistas a Marruecos o un almuerzo, o a los escolares les ofrecen precio especial. Vosotros proponed que ellos se adaptan.

Rutas del Sur
Me quedé con las ganas de visitar el mercado de abastos, así que si no vais en domingo, no os lo perdáis. Es muy exótico, por lo visto. Por el edificio en sí y por los puestos que encontraréis. Hay puestos de comida árabe, con productos de argán, especias, etc. (la comunidad árabe en esta zona es considerable). Aquí me recomiendan que vaya a tres puestecitos de pescaíto frito que hay en el mercado. ¡Apuntado queda para la próxima!
En fin, no pudimos comer ese pescaíto en el mercado pero degustamos el rey de los pescados, el atún de almadraba que además era la época (mayo).
La cena la hicimos en el restaurante Cepas. Aparte de la comida, que la disfruté muchísimo, recuerdo especialmente las conversaciones tan interesantes que tuve con José Ángel Cadelo de Isla, escritor algecireño que nos contó mil y una curiosidades sobre el español, el andaluz y la relación de este último con el árabe. Si os gusta el tema y alguna vez tenéis ocasión de escucharlo, no os perdáis alguna ponencia de Cadelo.
Y como alojamiento, un lugar con mucha historia es el Hotel Reina Cristina, considerado de los mejores de España en su época (había diez trabajadores por huésped). En él se celebró la Conferencia Internacional de Algeciras de 1906. Es de principios de siglo XX, aunque ardió por un cortocircuito y hoy lo que vemos es todo nuevo. De lo poco que se conserva es un reloj de pared, una foto de los conferenciantes y firmas de algunos personajes famosos que han pasado por allí.
Y para terminar con Algeciras, hay que dar un paseo por el mirador del Parque del Centenario.

Parque del Centenario
¿Lo que más me gustó de Algeciras? Sentir a Paco de Lucía y leer esta frase al pie de su estatua:

La guitarra me ha ofrecido la capacidad de poder expresarme con el resto del mundo sin utilizar la palabra. Paco de Lucia.
La Línea de la Concepción y la ruta de los búnkeres
Desde allí se pueden hacer excursiones y salidas en barco para ver cetáceos desde Alcaidesa Marina. Nosotros dimos un paseo en barco y vimos el Campo de Gibraltar desde el mar, con la suerte de que nos acompañó el archivero de La Línea y nos contó un montón de historias de la zona. No tuvimos tanta suerte con los cetáceos, se nos cruzaron algunos delfines y poco más, pero se supone que se pueden ver ballenas e incluso orcas. A los que sean autocaravaneros, el mismo puerto tiene un área para autocaravanas que está genial.

Puerto Alcaidesa Marina
Algo muy interesante es la Ruta de los búnkeres de La Línea de la Concepción, si os gusta la historia y las experiencias temáticas, se está desarrollando un producto turístico en relación a esto y a los más de cuatrocientos búnkeres construidos durante la II Guerra Mundial.
El IES Menéndez Tolosa está desarrollando un proyecto de Miniempresa Educativa llamado Búnker Inn Spain, coordinado por mi compañera, la profesora Maribel Giráldez, sobre la oferta de alojamiento singular (turismo experiencial) en el interior de un búnker, rutas tematizadas por los búnkeres, centro de interpretación, bar-bistro tematizado en gastronomía de las potencias mundiales durante la II Guerra Mundial (francesa, alemana e italiana), etc. ¡Qué original!
San Roque
Nuestra llegada a San Roque la hicimos por el puerto de Sotogrande y ya aprovechamos para ver Sotogrande puerto, costa y pueblo, que son las tres partes en las que se divide. Para los que no habéis estado como yo, era mi primera vez, le llaman la pequeña Venecia, por eso de los canales. Si os gustan los clubs de playa, Trocadero es muy chulo, decorado al estilo colonial, donde puedes comer, tomar algo, bañarte en la piscina y en el mar… Y algunos días hay música en directo, flamenco, presentaciones de libros, así que si estáis por la zona consultad la web por si hay algo interesante.

Club de playa Trocadero
Como dije al principio, el viaje por Campo de Gibraltar fue un viaje de descubrimiento. Por ejemplo, el polo, ¿había yo oído hablar de este deporte? Pues sí, algo me sonaba, pero nunca había visitado un campo de polo. Estuvimos en el de Santa María. Hacen un torneo en verano (finales de julio hasta agosto) y por lo visto venir a verlo es sorprendente por el ambiente que hay, los modelitos de la gente, etc. La entrada es gratuita, solo se reservan unos días al final que sí se cobra pero son solo algunos. Así que si queréis curiosear, tomar algo, ver los puestecillos de ropa y de comida que ponen, ya sabéis.
Otro sitio que yo no suelo ir pero que de vez en cuando no me importaría, es el casino, para echarme un bingo que tanto me gusta. Fuimos a almorzar al Casino Admiral de San Roque. Yo siempre digo que en los bingos y en los casinos se come muy bien y a muy buen precio y de verdad que es así. Además en este hay una sala de teatro para bodas, presentaciones y espectáculos y ¡en julio actúa Boney M! Lo que me hubiera gustado ver alguna vez a Bobby Farrell, lástima que nos dejó. También organizan conciertos en la terraza, ahora hacen el Rocking Arena Festival, precios normales y habrá food trucks. Se lo montan bien en este casino.
Y otro lugar que me sorprendió por sus vistas fue el campo de golf Alcaidesa, menudas vistas al Peñón de Gibraltar y a la playa Alcaidesa (playa nudista por cierto). Nos dimos un paseíto en los buggies, ¡lo que nos divertimos!

Alcaidesa Golf
El Caracol de San Roque
En San Roque, lo que más me gustó fue conocer al coordinador de Turismo, Carlos Jordan, un galés que lleva casi toda la vida aquí y que nos enseñó su ciudad y sus bares con mucho cariño (La Ermita, La Taberna, El Varal, El Revuelo, Don Benito), dejando para el final una sorpresa, el bar El Caracol. No digo ná. Id, y ya me contaréis. Pero eso sí, hay que conocer al dueño y charlar con él, si no, la experiencia no será completa. Él mismo describe su bar así: «bar San Roqueño y reducto para aficionados a músicas no adscritas a radiofórmulas y circuitos comerciales».
Si vais a San Roque en verano en el mes de julio hacen conciertos y espectáculos en la plaza de toros (este año van los Morancos, jeje, tengo ganas de verlos), y en agosto es la Noche Blanca (en El Caracol siempre montan algo). Y para el que sea un poco friki de las telecomunicaciones, en San Roque está el museo de radioaficionados más grande de Europa, de los hermanos Yagüe.

Museo CB y de radioaficionados de los hermanos Yagüe
Los Barrios
Empezamos el día con un desayuno muy auténtico en Venta El Frenazo, ¿a que suena bien el nombre de la venta? Pues la tostada de pan moreno y la zurrapa de lomo ni os cuento… Nos pusieron chicharrones y manteca colorá. Estaba todo de escándalo. Las ventas deberían presentar su candidatura para ser declaradas Patrimonio de la Humanidad…

Desayuno en Venta El Frenazo
La excusa para atiborrarnos con tremendo desayuno era que íbamos a visitar el Parque Natural de Los Alcornocales. La visita la hicimos con Arqueoroutes. Nos llevaron al la Montera del Torero y al yacimiento de Bacinete para ver las pinturas rupestres. Advierto que hay que pedir permiso e ir con una empresa autorizada, vaya a que os presentéis y vuestro gozo en un pozo.

Pintura rupestre en el yacimiento de Bacinete
En Los Barrios se puede asistir a «La saca del corcho», donde se organizan excursiones para ver esta actividad tan tradicional en la que es fundamental la figura del arriero con su mula, utilizando las mismas herramientas de antaño. Se realiza los viernes y sábados del mes de junio.

Montera del Torero (Los Alcornocales)
Jimena de la Frontera
De todo lo que hicimos en este precioso pueblo, me quedo con dos cosas: la historia que atesora, que de difundirla se encarga la Asociación Tanit (Asociación del Patrimonio Cultural y Arqueológico de Jimena de la Frontera) con jornadas, representaciones teatralizadas y otras actividades y por supuesto, me quedo con el restaurante Casa Cuenca y la degustación que hicimos de sus platos con setas. Ya me he apuntado este destino para mi próxima escapada micológica de otoño. En el próximo post os cuento con detalle lo que probamos. Os adelanto solo este platito de boletus con jamón y huevo.

Restaurante Casa Cuenca
Para los amantes de la naturaleza, se puede hacer senderismo y hay un paseo muy agradable por sus dos ríos, el Guadiaro y el Hozgarganta, que tiene unas pozas estupendas para bañarse. Y para los aficionados a la micología, deciros que en el Parque de los Alcornocales hay más de 3000 tipos de setas. A finales de noviembre son las jornadas micológicas organizadas por la Asociación Chantarela con salida al campo, recolección, exposición de setas y degustaciones por los bares de pueblo. Los que quieran ir, tienen que apuntarse en la web del ayuntamiento hacia el mes de octubre. ¡Las plazas vuelan!
Castellar de la Frontera
Creó que fue aquí donde me terminé de enamorar. Ya llevaba unos días por Campo de Gibraltar sintiendo algo especial…, pero cuando subí al Castillo de Castellar, me llevé una sorpresa que solo os puedo decir que tenéis que ir. Yo ya estoy organizando una escapada para este otoño.

Castillo de Castellar
Para que os hagáis una idea de cómo es Castillo de Castellar. Una fortaleza de origen musulmán sobre la montaña, en pleno Parque Natural de Los Alcornocales, con vistas al Embalse del Guadarranque, de 150 habitantes de diferentes nacionalidades (europeos, australianos, etc.), que llegaron hace años haciendo autostop o por Interrrail y se enamoraron como yo de este lugar y allí se quedaron.
Si decidís ir unos días, os podéis quedar en alguna casa rural o en el hotel Castillo de Castellar (impresionante su cafetería y sus vistas). Y hay muchas actividades para hacer, desde visita cultural por el pueblo (a la fortaleza, al aljibe, el Rincón de los Enamorados), hasta micología, berrea, salidas en caballo, todoterreno, bicicleta de montaña, senderismo. Nosotros lo hicimos con Castellar GP por si os sirve de referencia.
Por cierto, los primeros sábados de cada mes hacen en el pueblo el mercado New Age, un mercado de artesanía y productos ecológicos.
Os podéis imaginar entonces el ambiente del pueblo, una mezcla hippie-andaluz modernidad-tradición. Es una joyita. ¡Y hasta tiene peña flamenca! ¡Qué lugar señores, qué lugar! ¡Qué magia!
Mirad qué foto, es el momento en que estábamos dando un paseo con nuestra guía (alemana) y el pastelero del pueblo (un chico de La Línea, Daniel Rivera, de Gastrokook, menudo emprendedor) y de repente nos encontramos a una vecina (de origen europeo) que quería enseñarle su nuevo cuadro de una tarta a Dani el pastelero.

Un encuentro cualquiera en las calles del Castillo de Castellar
¿Con qué me quedo de Castellar y por qué tengo que volver? Porque en su aljibe de vez en cuando organizan conciertos de música árabe y porque hay una asociación cultural gastronómica musical como no he visto otra en mi vida. De esta os hablo en el siguiente post de gastronomía en el Campo de Gibraltar.
Tarifa
Este es el único sitio que ya conocía de antes, pero cómo me gusta Tarifa, tanto, que después de estos días me han entrado ganas de irme a vivir allí (hasta he fichado ya el instituto al que pediría traslado).
Empezamos por las ruinas de Baelo Claudia, que no me canso de verlas y cada vez que voy aprendo algo nuevo. Es una antigua ciudad romana frente al mar, en la playa de Bolonia. De esos sitios que no te esperas y que te marcan. Si no la conocéis, debéis ir. ¿Sabéis cuánto cuesta la entrada? A los residentes de la UE, nada, a los demás, euro y medio. Increíble. Para los que os gusten los espectáculos en lugares diferentes, en las ruinas de Baelo Claudia hay un ciclo de teatro y conciertos al aire libre (consultad la web).

Baelo Claudia
Con Javier de Mundo de Posibilidades, un pamplonés enamorado del Campo de Gibraltar, hacemos la visita a las ruinas, a los miradores (el de la Cueva del Moro nos encantó) y a la famosa Duna de Bolonia.

Duna de Bolonia
Si vais a la duna, no terminéis la visita subiendo y bajando la duna, perdeos por el bosque de pinos que hay entre la duna y el mar, pueden salir unas fotos estupendas en ese paseo.

Pinar y Duna de Bolonia.
Cerca está la playa del Cañuelo a la que no llegan coches, y el coqueto Faro de Camarinal, que le llaman así porque se conserva en estado original. Estos dos sitios son de esos que no sé si es mejor no compartir por miedo a que dejen de ser tan bonitos como son hoy en día. Por lo visto un atardecer en este faro es una pasada. En la foto se ve el faro detrás del pino pero muy pequeñito.
Ya en el pueblo de Tarifa, se puede dar un paseo por sus calles siempre tan ambientadas, por el castillo, tomar algo por los bares o irse a uno de los chiringuitos para ver atardecer.
Del Tangana al Mandala
Nos recomiendan el Tangana, que lo tengo apuntado para la próxima, pero nosotros fuimos al chiringuito Mandala, otro de los must-to-go en Tarifa. ¿Por qué? Porque está frente al mar, porque el sitio es alucinante, porque se come muy bien, porque es de esos sitios que cuando llegas dices, ¡guau, qué suerte haber dado con esto! Te puedes tumbar en las hamacas, tomar el sol, un bañito en la piscina, un cóctel, una cerve, una cena… Ahora para la noche de San Juan tienen una buena fiesta preparada, con hogueras en la playa, para los que podáis ir. Y lo mejor de todo, está rodeado por unas mamparas de cristal para proteger del viento y de las palizas de arena tan molestas en Tarifa.

Chiringuito Mandala
Y si vuelvo a Tarifa, sí o sí, me tengo que quedar a dormir en The Riad. Se trata de un edificio del siglo XVII en pleno centro del casco histórico, con solo diez habitaciones decoradas cada una con un estilo diferente. Las hay con objetos y antigüedades de la India y Marruecos, estucos, una terraza súper acogedora en la que organizan catas de vino y actuaciones musicales, ¡y unas termas en el mismísimo vestíbulo! Un lugar muy especial.

The Riad
¿Entendéis por qué me enamoré del Campo de Gibraltar y por qué tengo que volver? Porque descubrí todos estos sitios tan bonitos y me di cuenta de que eran una mínima parte de lo que puedo seguir encontrando.
Ya solo me queda despedirme, volver a dar las gracias por estos días y mandar un abrazo a mis compañeros de viaje, José, de Rutas por España; Virginia, de 365 sábados viajando, y Patricia, de Wanderlust Memories y recordar lo bien que lo pasamos y lo a gustito que estuvimos la última noche cenando en el patio tan acogedor del hotel Guadacorte Park donde nos alojamos.
Ya sí me despido, escuchando Entre dos aguas del gran Paco de Lucía, una canción que enamora.
Mi enhorabuena por la narración de tu épico recorrido por el Campo de Gibraltar, el cual tiene una muy singular particularidad: enamora a todo aquel que pasa por el. A mi me tiene cautivada desde el primer dia!! Tambien me tienes enganchada a tus aventureros viajes, Lu! Cual es la proxima aventura??
Maribel
Querida Maribel, gracias por tus comentarios. La semana que viene nos vamos a Islandia, ¡así que estamos muy emocionados!
Lu
Pues acabo de llegar aquí de chiripa. Me ha encantado el… Reportaje? Sobre mi querida tierra. Soy de Castellar, y la parte del castillo, en fin, genial.
Pd:sobre los mercados New Age en Castellar, me gustaría decir que trabajo en el puesto de productos ecológicos, y que si vuelves y cae en mercado, que nos saludes!!!
Un abrazo
Cros
Pues me encanta que te encante. Gracias por los comentarios, te buscaré por el mercado entonces.
Lu